Arte
Azeitão, el lugar donde se transforma la tierra en poesía geométrica
Esta localidad portuguesa esconde tesoros en azulejos en cada calle. Siguen esmaltando, pintando y diseñando como hace siglos, y ahí reside su éxito.

Los pigmentos naturales son la base de un trabajo artesanal que lleva siglos perfeccionándose.

Los talleres de azulejos son lugares donde se crea de manera tranquila y pausada cada diseño.

A mano alzada, sin prisa, cada azulejo es diferente.

Décadas de trabajo pasan de generación en generación para seguir manteniendo un oficio único.

12 x 12 cm es la medida básica de caza azulejo, la base para crear cualquier tipo de diseño.

La personalización de los colores hace que cada diseño tenga personalidad propia.

Trazos que muestran historias de dónde se vive.

Imágenes que comunican quién habita y por qué ha decidido ese diseño, cuenta su pequeña historia.

Los colores más oscuros, los diseños más 'nuevos' también forman parte de los talleres tradicionales.

Pueden parecer iguales, pero cada azulejo es único.

En cada calle de Setúbal puedes encontrar obras de arte.

Del tradicional azul y blanco a cualquier gama cromática para decorar las zonas comerciales.

El mejor dramaturgo portugués de su tiempo tiene su propia calle.

La historia de la ciudad, de los oficios, tienen su reflejo en los dibujos en azulejos.

Cualquier pequeña catedral está ricamente decorada en los colores tradicionales con azulejos.

Incluso un Via Crucis en azulejo refleja una historia local, un modo de mostrar orgullo por su saber hacer.