Conflictos Internacionales

El aviso de un experto de la industria de defensa española: “un país debe priorizar su autosuficiencia militar”

David Bailly, CEO de Duma, empresa de blindados de Madrid, afirma que “un país que desarrolla sus capacidades militares puede tomar decisiones independientes sobre estrategias de defensa sin estar atado a poderes externos”.

El aviso de un experto de la industria de defensa española: “un país debe priorizar su autosuficiencia militar”
DUMA
Laura Martin Sanjuan
Cosecha del 81. Licenciada en Periodismo. Desde 2017 en Diario AS. Si hay un directo, estará tecleando. Sino, estará buscando una entrevista, un destino por descubrir o un personaje al que conocer.
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En un ambiente bélico internacional como el que estamos viviendo ahora, Europa ha dado un paso al frente para pedir que los países se rearmen, utilizando el mismo nombre para un futuro programa de los 27 dotado con 800 mil millones de euros. Cómo se distribuirá entre los países, a qué empresas, y enfocado a qué proyectos es uno de los puntos desconocidos todavía, pero los profesionales del sector llevan tiempo avisando de las consecuencias de la guerra de Ucrania para las diferentes economías nacionales.

Es el caso de David Bailly, CEO de Duma, empresa de ingeniería especializada en el diseño, desarrollo, fabricación y modernización de vehículos blindados militares tanto de ruedas como de cadenas en la Comunidad de Madrid, que vende a más de 60 países en todo el mundo. Hablamos con él sobre este ‘nuevo’ contexto, “la dependencia de países extranjeros para el suministro de equipos militares puede presentar varios riesgos y desafíos significativos para la seguridad nacional, la soberanía y la estabilidad económica”.

Nos da algunas de las razones claves por las cuales un país debería esforzarse por ser autosuficiente en su adquisición de defensa toda vez que el presidente del Gobierno Pedro Sánchez prometiese un “esfuerzo” extra para gastar un 2% del PIB en Defensa antes de 2029.

Preocupaciones de Seguridad Nacional

Vulnerabilidad a Disrupciones en el Suministro: “Depender de proveedores extranjeros puede exponer a una nación a interrupciones causadas por tensiones geopolíticas, disputas comerciales o sanciones. Por ejemplo, durante la Guerra del Líbano de 2006, Israel enfrentó desafíos para obtener suministros militares debido a la presión internacional, lo que afectó sus capacidades operativas”.

Riesgos de Propiedad Intelectual: “La importación de tecnología militar puede llevar a vulnerabilidades potenciales donde la información sensible puede ser expuesta, ya sea intencionalmente o a través del espionaje. Un país que depende de tecnología extranjera podría encontrarse en desventaja si los adversarios explotan estas vulnerabilidades”.

Soberanía y Control

Influencia Política: “Los proveedores extranjeros pueden ejercer influencia política sobre una nación a través de condiciones adjuntas a las ventas de armas. Por ejemplo, los acuerdos de armas pueden venir con estipulaciones que limitan las operaciones del comprador o alinean sus estrategias militares con los intereses del proveedor”, tal y como se ha visto con el botón de apagado que Estados Unidos podría activar en gran parte del armamento que ha vendido al resto de países y ha suministrado a Ucrania.

Autonomía Estratégica: “un país que desarrolla sus capacidades militares puede tomar decisiones independientes sobre estrategias de defensa sin estar atado a poderes externos. Esta autonomía es crucial durante crisis en las que la toma de decisiones rápida es esencial”, un detalle fundamental a la hora de protegerse de amenazas externas.

Implicaciones Económicas

Creación de Empleo y Crecimiento Económico: “invertir en industrias de defensa nacionales crea empleos y estimula el crecimiento económico. Por ejemplo, la industria de defensa de Estados Unidos proporciona millones de empleos y contribuye significativamente a su PIB a través de la investigación, la fabricación y el desarrollo de alta tecnología”. La industria de defensa española generó aproximadamente 13.900 millones de euros en 2023. Este sector incluye la defensa terrestre, naval, aeronáutica y espacial, y ha mostrado un crecimiento significativo en los últimos años. Además, la industria de defensa contribuye con casi 20.000 millones de euros al PIB español.

Balanza Comercial: “la importación de equipos militares puede llevar a un desequilibrio comercial. Al desarrollar industrias locales, un país puede retener más capital dentro de su economía y reducir su dependencia de los mercados extranjeros”.

Avance Tecnológico

Innovación y I+D: “una industria militar nacional fomenta la innovación y los avances tecnológicos. Países como Corea del Sur e India han realizado inversiones sustanciales en sus sectores de investigación y desarrollo de defensa, lo que ha llevado a importantes avances en tecnología que benefician tanto aplicaciones militares como civiles”.

Soluciones Personalizadas: “los fabricantes locales pueden adaptar el equipo militar para satisfacer necesidades y condiciones específicas del país. Esta localización asegura que el equipo se ajuste a los requisitos operativos únicos de la nación, mejorando su efectividad”.

Planificación Estratégica a largo plazo

Estrategia de Defensa Sostenible: “una cadena de suministro de defensa autosuficiente permite una planificación y sostenibilidad a largo plazo. Las naciones pueden priorizar sus necesidades de defensa basándose en evaluaciones estratégicas sin que las presiones externas influyan en las decisiones de adquisición”.

Resiliencia en épocas de crisis: “en tiempos de conflicto o crisis, tener una capacidad robusta de producción de defensa nacional asegura que un país pueda mantener y reabastecer sus recursos militares sin depender de fuentes externas”.

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Bailly concluye que “si bien la cooperación internacional y las alianzas son esenciales en el panorama geopolítico moderno, un país debe priorizar su autosuficiencia militar. Este enfoque no solo mejora la seguridad nacional, sino que también promueve el crecimiento económico, la innovación tecnológica y la autonomía estratégica. Al invertir en capacidades domésticas, las naciones pueden prepararse mejor para los desafíos futuros y garantizar que sus necesidades de defensa se satisfagan sin una dependencia indebida de potencias extranjeras”.

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