Sociedad

El profesor les dice que vayan al gimnasio: los alumnos encuentran 21 bolsas de basura y una misión

Un profesor danés utiliza la basura que recoge en su trayecto diario para enseñar a sus alumnos sobre el impacto ambiental, transformando residuos en conciencia y recursos para una causa solidaria.

Bolsas de basura
GrøftePant
Actualizado a

La escena en el gimnasio de la ciudad danesa de Silkeborg no era la habitual de balones y ejercicios, sino una repleta de basura. En el centro del aula, 21 bolsas repletas de latas y botes flotaban como testigos de un problema que pocos quieren ver: la contaminación cotidiana en los caminos rurales. Pero este no era un ejercicio de reciclaje improvisado, sino una lección práctica de geografía natural ideada por John Böhme Dybkjaer, profesor y activista ambiental.

Durante todo el año, Dybkjær ha recogido esta basura en su trayecto diario en bicicleta, un recorrido de 20 kilómetros de ida y vuelta. Cada lata y cada botella acumulada representan un símbolo del descuido ambiental que afecta tanto al paisaje como al clima. Con este gesto, el profesor no solo busca dar ejemplo, sino también generar debate y promover la reflexión en su comunidad.

Una misión educativa con impacto nacional

El proyecto no termina en la recogida. Ahora, los estudiantes de Dybkjær están inmersos en un cálculo para estimar cuánta basura similar podría estar desperdigada en los caminos rurales de todo Dinamarca. Usando los datos recogidos por su profesor como muestra, los jóvenes están aplicando matemáticas, lógica y conciencia ambiental para medir el impacto de este problema a nivel nacional.

“Es impactante ver cuánto se desperdicia realmente. Lo pensaré en el futuro, porque es una carga enorme para nuestro clima”, reflexiona Julie Cronager Andersen, una estudiante de 17 años.

Su compañero Elias Vidbjerg, de 18, comparte el asombro: “Es estimulante que pueda haber tanto en un tramo tan pequeño”.

Transformar basura en recursos

Más allá de la enseñanza, el objetivo de Dybkjær es convertir un problema en una solución. Todas las latas recolectadas son entregadas al sistema de reciclaje danés, lo que permite recuperar su valor económico. El dinero obtenido es donado a Danmarksindsamlingen, una organización que trabaja en causas sociales y medioambientales.

Es una lástima que un valor tan grande acabe como basura. Hay que convertirlo en un recurso”, subraya el profesor, quien ha recaudado fondos adicionales a través de su grupo de Facebook, GrøftePant. Para él, el impacto de su acción va más allá de los números: “Sé que es solo una gota en el océano, pero espero que pueda ayudar a crear un debate”.

Este ejercicio no solo ha despertado conciencia entre sus alumnos, sino que también está inspirando a la comunidad de Silkeborg. Lo que comenzó como un acto individual se ha convertido en un llamado colectivo a cuidar del medio ambiente. A finales de esta semana, Dybkjær sumará el valor total de su recolección anual, un testimonio de que incluso los pequeños esfuerzos pueden generar grandes cambios.

Noticias relacionadas

En un país conocido por su compromiso con la sostenibilidad, el profesor de Silkeborg ha demostrado que no hay excusa para dejar de actuar. Su proyecto no solo recoge basura; recoge enseñanzas, debate y esperanza para un futuro más limpio.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.

Etiquetado en:

Comentarios
Normas

Rellene su nombre y apellidos para comentar

Tu opinión se publicará con nombres y apellidos

Te recomendamos en Sociedad

Productos recomendados