Un azafato revela el truco que “funciona casi siempre” para obtener un mejor asiento en el avión
Los trucos son simples, pero si no se llevan a cabo de manera correcta pueden empeorar tu situación.
Parece que el intercambio de un asiento turístico en un vuelo a un asiento de primera clase solo pasa en las películas. Sin embargo, Miguel Muñoz, un azafato de vuelo, ha revelado algunos consejos que pueden hacerte conseguir una mejor plaza en el avión e incluso algunos productos gratis.
En una entrevista que ofreció Muñoz al medio El mirror explicó que la honestidad y la amabilidad son siempre los mejores aliados de aquellos que quieran mejorar si situación en un vuelo. En los testimonios recogidos por la revista RSVP Live, el azafato afirma que “si los pasajeros vienen y me dicen que necesitan más espacio por alguna razón, los muevo a los asiento sobre las alas (asientos junto a la salida de emergencia que cuentan con más espacio)”.
Siempre amabilidad
La manera en la que han de referirse los pasajeros a los azafatos es fundamental para conseguir un mejor asiento. La amabilidad y educación con la que se les habla es siempre un punto a favor. Pero Muñoz enfatiza en el hecho de ser honestos, “Si dices que tienes una rodilla mal, por ejemplo, tengo que tener cuidado con estas personas, ya que los pasajeros sentados junto a las salidas de emergencia son quienes deben ayudar a la tripulación en caso de emergencia”.
No mentir a los azafatos resulta por tanto esencial. Si la mentira se te va de las manos puede empeorar la situación en la que estas, sobre todo si los auxiliares de vuelo se dan cuenta de que mientes. Muñoz explica que “mi consejo es que seas honesto, no intestes ser dramático”. En el caso de que el pasajero diga que necesita más espacio por tener la pierna mal, el trabajador no puede desplazarlo al asiento continuo a la salida de emergencia porque en un accidente puede resultar un estorbo para el resto de los pasajeros. Si su intención era mentir para conseguir un mejor asiento, así no lo conseguirá.
En estos casos, si no existe dolor, Muñoz aconseja decir “oigan, si tienen algún asiento disponible en la fila de la salida de emergencia, ¿podrían avisarme?”. En su caso, si el pasajero es amable, lo cambiará de sitio.
Hacerse el enfermo nunca funciona
Para conseguir productos gratis durante el vuelo, algunos pasajeros se sienten tentados a fingir alguna enfermedad que se alivia con alimentos provistos en el avión. Muñoz explica que hay varias personas que piden agua gratis para tomarse pastillas o zumos para subir los niveles de azúcar, pero que la mayoría mienten.
Cuando esto sucede los azafatos no pueden cuestionar las necesidades de los pasajeros. “La mayoría de las aerolíneas no dan nada gratis, ni siquiera agua, así que cuando los pasajeros vienen diciendo que tienen mucha sed, que necesitan tomar medicamentos o simplemente piden un vaso de agua, oficialmente tengo que decirles que no” confiesa el azafato.
En estos casos, tanto él como sus compañeros explican que no pueden ofrecer productos gratis y les indican el precio de aquello que quieren consumir, pero hay que volver al tema principal: ser amables y honestos. Según Muñoz, si el pasajero se queja y exige el agua de mala manera, amenazando a la aerolínea alegando que `la ley les obliga a darles el agua gratis’ y que ‘es un derecho humano’, que no se la dará. Pero si el pasajero se muestra receptivo y comprende la situación, no tendrá ningún problema en darle el agua.
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