El Betis regresa a la Liga Endesa
Vitor Benite fulmina en la prórroga al Flexicar Fuenlabrada con dos triples. Los sevillanos vuelven a la ACB dos años después de su descenso.

Solo podía sonreír uno y la felicidad viajó de Madrid a Sevilla. A ese Betis que regresa a la Liga Endesa solamente dos años después de su descenso y tras derrotar al Flexicar Fuenlabrada (92-97) en una final mayúscula. Titánica. Que solo podía resolverse en la prórroga y de la mano de uno de los extranjeros más legendarios que ha pisado el baloncesto español: Vitor Benite.
El brasileño terminó con 24 puntos y un 6 de 10 desde el perímetro. Dos triples suyos en el tiempo extra fulminaron a los madrileños. Uno, imposible, cuando la chicharra sonaba para acabar la posesión; y otro letal para poner el 85-93. El MVP de la Final Four completó lo que había empezado Babatunde Olumuyiwa (6 tantos en la prórroga) y lo que había comandado un soberbio Alex Renfroe, que con ese juego de paseo, controló todo lo que pasaba sobre el parqué.
Un ascenso que no necesitó la mejor versión de Mark Hughes en una final que copió los parámetros de la semifinal frente al Movistar Estudiantes. El Betis se disparó en la primera parte para luego verse acorralado en la segunda por un rival que se vio deprimido por la sapiencia de grupo muy experimentado y veterano que se negaba a entregar el testigo. Que no se puso nervioso cuando se vio remontado en el último cuarto. Y que acabó siendo el compañero de ascenso del Silbö San Pablo Burgos.
Y el Fuenlabrada, ¿qué? Los madrileños repetirán por tercer año en la Primera FEB tras completar una temporada fabulosa que tuvo muchas piedras por el camino en forma de lesiones, múltiples y variadas (la baja de Munnings este fin de semana fue clave), y de problemas económicos, con impagos a la plantilla. Dificultades que no impidieron que cerraran como segundos la fase regular con 27 victorias y la esencia de equipo irrompible. Imposible de matar… hasta este domingo.
La primera parte se jugó a ritmo sevillano. Buena disposición defensiva y buena circulación en ataque para escalar en el marcador hasta el 17-25 con el que acabó el cuarto inicial. Al Fuenla se le notaba un poco superado por la situación, por el escenario, por la responsabilidad. El factor Lotana Nwogbo era limitado por el músculo de Babatunde Olumuyiwa. Buena labor también de Brooks De Bisschop. Lo mejor, el buen hacer de Durán sobre Hughes, que se quedó en solo 4 puntos al descanso (eso sí, preciosos: una brillante penetración y un matazo que hizo retumbar la Caja Mágica).
Pero si algo han aprendido el Flexicar durante esta temporada es que los encuentros son largos. Muy largos. Sobre todo, si ellos están sobre la cancha. Y al ritmo del eléctrico y malabarista Jorgensen (parece no saber encestar sencillo) se asentaron por fin. Sus 12 puntos en el segundo cuarto (26 al final) unido a ese formidable 4 de 4 desde el perímetro global (dos fueron suyos) estrecharon el marcador hasta el 35-36. Dos triples de Jelinek dejaban al Betis +6 al descanso (41-47).
A la vuelta de vestuarios, las sombras de las dos semifinales aparecieron porque los sevillanos vieron como su rival se acercaba más de la cuenta en el marcador y los madrileños vieron como los béticos no se dejaban remontar. Todo obra y gracia de Benite, que hizo 11 tantos con tres triples en el tercer cuarto. Cvetkovic también ayudó a que los andaluces cerraran con 9 puntos de ventaja (56-65) tras un parcial de 6-14 en cuatro minutos cuando el Flexicar se había colocado a uno (50-51). La decisión de juntar a Olumuyiwa y Kasibabu en pista fue clave para que los sevillanos controlaran la fuerza interior fuenlabreña y el rebote (34 a 22).
Pero, al final, la vuelta al calcetín. Por energía, por pasión y por calidad, claro, el Fuenla, con Jorgensen y Nwogbo, remontó con solo cuatro minutos por delante (73-71). Un contraataque de Matulionis colocó la mayor rente local (75-71). En los instantes finales, Jorgensen y Hughes se intercambiaban golpes. El estadounidense tuvo la última, pero no pudo culminarla y llegó la prórroga. Gonzalo García de Vitoria protestó mucho una posible falta sobre su jugador que le costó una técnica antes de un tiempo extra que dominó el Betis, que regresa a la Liga Endesa. En Fuenlabrada lloran, pero se van orgullosos, muy orgullosos, de sus jugadores.
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