La final del escándalo: denuncias, golpes, insultos, amenaza de suspensión, obscenidades…
El Olympiacos domina por 2-1 y puede ser campeón hoy en La Paz y la Amistad. Fournier y Nunn, denunciados. Grave lesión de Fall. “El OAKA fue una jungla”.

La final de la Liga griega va de escándalo en escándalo. El tercer partido debería haberse jugado el pasado miércoles y la competición casi se suspende tras los graves incidentes del segundo encuentro en El Pireo, que obligó al gobierno griego a intervenir, incluida una sanción de 10 meses al dueño del Panathinaikos, Dimitris Giannakopoulos, por la que no podrá asistir en directo a un evento en ese tiempo. Los responsables del deporte heleno se reunieron con ambos clubes por separado y el tercer choque se disputó, finalmente, este viernes, 48 horas después de lo previsto, en el OAKA. Triunfo visitante, es decir, del Olympiacos por 88-99, que ahora domina 2-1 la serie ante el Panathinaikos y podría conseguir el título si vence este domingo en casa, en La Paz y la Amistad, a las 20:00 (hora española).
Durante el tercer duelo, un falta durísima de Kendrick Nunn a Evan Fournier destapó la caja de los truenos. Fournier fue expulsado por gestos muy obscenos (simuló que se masturbaba) contra la afición de la primera fila del PAO, que insultó al francés e invadió la pista, y siempre se mostró amenazante. Y también abandonaron la cancha antes de tiempo en los verdes Nunn y su entrenador, Ergin Ataman, un clásico ya en las derrotas importantes.

El club del trébol ha denunciado a Fournier y solicita una sanción ejemplar contra él. Por su parte, los de la armada roja han denunciado a Nunn por agredir a uno de los árbitro al final del encuentro, lo que forzó su expulsión. Nunn dio una especie de manotazo al colegiado y luego levantó un dedo en plan acusador contra él, todo con unas formas feísimas, muy agresivas. “El vídeo del partido y las fotografías que lo acompañan constituyen pruebas irrefutables y han sido puestas a disposición del juez de competición”, ha comunicado el Olympiacos, que reclama igualmente un empujón y un gesto obsceno contra su entrenador, Georgios Bartzokas, de alguien que estaba a pie de pista. Ocurrió en el descanso cerca del túnel de vestuarios. Y con el choque ya finalizado hubo un lanzamiento de un objeto contra el técnico. Así mismo se han denunciado ataques contra el banquillo. Durante la mañana de este domingo se ha conocido que no habrá partidos de sanción, solo castigos económicos, así que Fournier y Nunn jugarán el cuarto asalto.
La final esta descontrolada, muy poco deportiva y violenta, y parece que el amago de suspensión entre el segundo y el tercer partido tampoco ha calmado demasiado las aguas. A la rivalidad habitual mal llevada se ha unido el pulso por ganar la Euroliga, que para ambos terminó en fiasco y ha elevado la frustración y la tensión, lo que alentó luego las palabras de Giannakopoulos incitando a sus jugadores contra el adversario en la previa de la final helena. “Destrozar al Olympiacos vale más que ganar la Euroliga”, dijo.
“El partido debió suspenderse. Era una jungla”
Desde los despachos de su rival, el mánager general de los de El Pireo, Nikos Lepeniotis, ha descrito los ataques recibidos y ha asegurado que el OAKA fue “una jungla”. Y afirma que el partido debió ser suspendido por varios motivos: “Hubo una invasión de los abonados que se sientan a pie de pista. Invadieron la cancha. Le lanzaron una pancarta a Fournier. Según la normativa, todo eso debería haber llevado a la suspensión del encuentro. Y hubo más de cinco advertencias por cánticos ofensivos, por lo que, según la misma normativa, el pabellón debería haber sido evacuado. Y no sucedió. Lo que ocurrió fue impactante, nos trasportó a otra época. Ha pasado mucho tiempo, o quizá no tanto, pero hace bastante que no vivíamos cosas así. Fue una jungla. Sentí que habíamos retrocedido muchos años”.
Y al margen de todo lo extradeportivo, otra mala noticia, la grave lesión del pívot de 2,18 Moustapha Fall (Olympiacos), que sufre la rotura del tendón rotuliano de la rodilla izquierda y podría perderse completa toda la próxima temporada, hasta un año de ausencia valoran los servicios médicos del club.
Este domingo, a las 20:00 horas, se juega el cuarto partido, que puede ser el definitivo en caso de victoria del Olympiacos, que le ganó a su rival hace dos semanas el duelo por el tercer puesto de la Euroliga en la Final Four de Abu Dabi. Si vencen los verdes, habrá quinto en el OAKA el próximo miércoles.
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