Un chip en el balón del Mundial de Clubes impedirá un nuevo penalti ‘a lo Julián Alvarez’
Utilizado ya en la Eurocopa de Alemania, está suspendido con un sistema en el centro con una medición inercial de 500Hz que registrará cualquiera toque, aunque sea levísimo.
El Atlético podrá encontrarse en el Mundial de Clubes con el Real Madrid pero no con la situación que en la tanda de penaltis de los octavos de la última Champions se topó: el supuesto doble toque de Julián Alvarez en su lanzamiento, al resbalarse. La pelota entró igual, pero desde el VAR avisaron al árbitro: el futbolista había tocado el balón con ambos pies. Anulado. Lo cierto es que las imágenes no revelan y, además, un informe posterior elaborado por una auditoria a petición de la Unión de Peñas del Atlético, las imágenes estaban editadas.
La única verdad fue que ese penalti que estaba en verde en los videomarcadores del Metropolitano, de pronto dejó de estarlo, con un aspa roja encima. El Madrid terminaría ganando la tanda y avanzando a siguiente ronda. En el Mundial que se celebrará en Estados Unidos no faltará la Connected Ball, lo que evitará que, los rojiblancos, en la misma situación vuelvan a vivir lo mismo.
El cuero, como piel
Porque en el caso de que haya un doble golpeo en la pelota en un penalti se sabrá de forma meridiana si realmente se produce y no estará rodeado de todas las sombras alrededor del de Julián. Y todo por esa tecnología que ya se utilizó en la Eurocopa de Alemania: un chip en el interior de la pelota que permite recopilar datos sobre el movimiento y la posición del balón en tiempo real. Como si fuera piel real. Monotorizada.
Es decir, ¿un toque leve? El chip lo siente. Como si fuera piel. Avisa. Piiii. Una tecnología que hará más justo el fútbol en situaciones como la que vivió el Atlético con ese penalti de Julián en el que, en realidad, nunca se sabrá si existió ese toque o no. ¿Y cómo funciona? Ese chip dentro del balón, estabilizado y alojado en un sistema de suspensión en el centro, tendrá una medición inercial de 500Hz y dos características que destacan: la ‘Precisionshell’ y la ‘CTR-Core’. Es decir, un externo de veinte piezas y uno interno que mejoran la fiabilidad y estabilidad aerodinámica del balón para seguir, a través de dos tecnologías como la UWB (Ultra Wideband) y la IMU (Inertial Measurement Unit) un seguimiento preciso del balón incluso en situaciones complejas. Como la del penalti de Julián.
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